lunes, 19 de noviembre de 2007

Canto Social




Salgo de ciudad Fantasía
Para entrar a Tierras sin Sueños
Donde tener problemas más reales
Es cortar el cordón umbilical
Para saber lo que es ganar
El sagrado pan del día.

Hay un valor
Que nos está vedado
Por ser espigas al sol
De una sangre guerrera
Estigmatizada.

Es el amor
Que se da a segundos
Hasta que el fruto germine en el vientre.

Y si vuelve
¿Qué hago?
¿Amarle acaso?

Tal vez nunca vuelva
Y deba tenerle en el imaginario
De otros problemas ya idos
Es la felicidad que regresará con otro nombre.

Ahora que tengo un nuevo mundo
Todas estas amargas dudas
Que llevoIrán a parar tras la puerta que cierro.

Pasaré a formar parte
Del ordinario grueso
Que “sobrevive” con 140.000
En el mensual calendario
Setenta el arriendo
Diez la luz
Con suerte cinco el agua
Otro poco el gas
Y con la comida quedo al debe.

Lo siento mi Princesa
Deberemos apretarnos el cinturón
Y yo tomar dos trabajos
La única gratuita estrella
Es la esperanza
De que esta puerta jamás sea
El único umbral que atravieses
En un par de años.

Hay un callejoncito
Que converge con calle miserias
Ese que apenas rozan
Los señores del parlamento
Cada período de elección
Porque no nos queda otra.

Cuando estemos ahí, mi Princesa
Recuerda que debo pedir para ti
La instrucción verdadera
La dignidad y el techo
La paz y el álamo.

Plazas con luminarias
Y luz en casa
Que no nos aparten
Al último rincón de la ciudad
Porque aunque les duela, señores
Existimos.

Y somos carne
Y más que eso
Somos vida
Que transcurre y mueve esta tierra.

Entonces por qué tan bajo el pago
De esta rotación
Fruto del sudor
De un campesino en bicicleta
A las cinco de la mañana
Por calle Sin Sindicato o Te Despido.

Fruto del amor
De una madre
Que también es padre
Y deja sus príncipes
Bajo el cuidado de cuatro paredes
Y una minúscula ventana.

PrincesaEsta no tienes por qué ser tú
Exige
Pregunta
Lucha
Que no te quiten jamás tu libertad
Porque ellos esperan que tú calles
Que no molestes.

No, mi niña
El voto vale
Y para ello reivindica
La sangre de nuestros caídos
Pidiendo lo que por cuna nos pertenece
Esta, nuestra tierra y sus frutos.

Que no te dejen sin pan
Mi Princesa
Son tuyas todas estas estrellas
Levántate y hazte escuchar
Entre esta multitud sorda
Amnésica.

Voy doblando
Por pasaje Sin Retorno
Y antes de que sientas frío y tiembles
Yo te prometo, mi niña,
Traspasar en mis genes el inolvido.

Serás tú quien abra la puerta
La pesada aldaba
De quienes nos quedamos sin sol.

Mientras tanto sueña
Hasta que regrese con mi cansancio
Y mi infinita ternura a cobijarte.

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